Kyle Houseman creía que nunca conocería a nadie a quien pudiera amar tanto como a Olivia Arnold, la mujer que se había casado con su hermanastro. No solo la había perdido a ella, sino que había tenido que sufrir todo un proceso de divorcio. Lo último que quería era volver a pasar por otro, razón por la que estaba decidido a tener mucho cuidado cuando volviera a involucrarse con una mujer. Y por eso se resistía a la atracción que sentía hacia la bella desconocida que le había alquilado su casa rural para pasar las fiestas de Navidad.
Lourdes Bennett era una cantante country. Pensaba quedarse en Whiskey Creek solo durante el tiempo que necesitara para escribir las canciones de su próximo álbum, el álbum que iba a llevarla de nuevo a la cima. Sus sueños no incluían instalarse en un pueblo más pequeño incluso que aquel del que había escapado. Pero, al conocer a Kyle, comenzó a preguntarse si no sería un terrible error dejarlo atrás.