Miquel Costa y Llobera (Pollença, 1854 - Palma, 1922) es el gran poeta lírico de Mallorca. Su poesía, innovadora y renovadora, representa la superación de los tópicos poéticos que imperaban en la Renaixença catalana. Se inició como poeta romántico en los albores de su juventud, pasó ligeramente por el modernismo y se erigió como uno de los maestros del novecentismo.
El romanticismo de su poesía presenta un tono muy contenido y un perfil muy equilibrado, dominado por el rigor formal y por la serenidad clásica. La poesía de Costa expresa una actitud afectiva con el paisaje real que contempla, y manifiesta dos constantes temáticas que están íntimamente relacionadas: el sentimiento religioso y el sentimiento paisajístico. El paisaje real que Costa dibuja en sus poesías se transforma en un paisaje literario con rasgos y perfiles que adquieren categoría universal, convirtiéndose así en símbolo de todo el Mediterráneo.
Costa y Llobera, con la poesía, alcanza su ideal de vida elevada. Así, la poesía se convierte en el refugio del poeta ante la insatisfacción de la vida cotidiana, como lo fue para los románticos y para Baudelaire. Otras veces, sus versos adquieren un aire melancólico y sentimental, posiblemente inspirado por la poesía intimista de Gustavo Adolfo Bécquer.