En el Santander de los años veinte, la monarquía se instala como cada verano en el palacio de la Magdalena, y la ciudad gira en torno al veraneo regio. Virginia Montes, una joven de buena familia, culpa al rey de la muerte de su amado, el hijo de su cocinera. Un matrimonio excéntrico decide celebrar una gran sesión espiritista de consecuencias impredecibles. Un retrato magistral.