Esta historia de amor, ambientada en una pequeña población de Irlanda durante un verano de finales de los años cincuenta, ha sido clasificada por la crítica anglosajona como «obra de arte perfecta» y «obra maestra».
El destino parece haber dictado que Ellie y Dillahan se hayan convertido en marido y mujer. Criada en un orfanato, la joven Ellie es enviada a servir a la granja de Dillahan, donde se encuentra a un hombre que arrastra el sufrimiento de haber perdido a su esposa y a su hijo recién nacido en un extraño accidente. No obstante, ya sea fruto del azar o la necesidad, la vida de la pareja transcurre ordenada y tranquila hasta que, un día de verano, la aparición de Florian, un veinteañero melancólico que está ultimando la venta de la casa de sus padres, despierta las emociones dormidas de Ellie. La pasión, repentina e irrefrenable, empuja a la joven Ellie hacia una turbadora relación con Florian, que afectará incluso a algunos habitantes del pueblo hasta desembocar en un desenlace sorprendente.
La prosa sobria y luminosa de Trevor retrata con precisión fotográfica los detalles más reveladores de la vida cotidiana de unos personajes indefectiblemente ligados al entorno y al momento histórico que les ha tocado vivir, creando una historia de amor acorde con los más altos cánones de excelencia literaria y estética.
Reseñas:
«El gran escritor irlandés William Trevor otorga a lo nimio una importancia vital hasta formar un complejo y exquisito tapiz en el que cada vida depende y modifica a las otras. [...] Una de las más perfectas historias de amor de nuestro tiempo.»
Alberto Manguel, Babelia
«Prosa elegante y perfecta administración del tempo dramático de un grande entre los grandes. [...] Una historia triste a la hora de escribirla que nos hace tan, pero tan felices a la hora de leerla.»
Rodrigo Fresán, ABC Cultural
«Una historia de amor acorde con los más altos cánones de excelencia literaria y estética.»
Fernando Pérez Pacho, Última hora
«Una hermosa y fascinante novela. Una historia de amor narrada con compasión y tristeza [...]. La sensibilidad moral y estética de Trevor sobrepasa a la de la mayoría de los escritores contemporáneos.»
The Times