El 31 de octubre de 1517 un joven monje agustino llamado Martín Lutero clavó en la puerta de la iglesia del castillo de Wittenberg Noventa y cinco tesis sobre las indulgencias. Aunque su intención era someter a discusión el texto de acuerdo con la práctica académica de la época, la acción fue interpretada como un desafío a la jerarquía eclesiástica. Con este sencillo acto se inició el Caso Lutero, un proceso que concluyó en la excomunión y condena a muerte por herejía del monje agustino, pero que también significó el principio de la Reforma y, con ella, de la Modernidad. Los abusos en la venta de idulgencias, la corrupción eclesial o la deplorable situación espiritual del pueblo llano han sido consideradas como algunas de las razones que acabaron provocando aquella fractura histórica. Sin embargo, no puede pasarse por alto que, por encima de todo, la intención de Lutero era iniciar un debate de profundo calado teológico que atendiera las necesidades reales de la Cristiandad de la época tal y como, previamente, lo habían pretendido otros reformadores o humanistas de la talla de Erasmo de Rótterdam. La presente obra, de hondo contenido histórico y espiritual, nos muestra, partiendo de las fuentes originales, las etapas sucesivas del Caso Lutero, así como las diversas claves para comprender cómo y por qué se produjeron. Se trata de un intento, sólidamente documentado, para comprender a las dos partes en sus respectivas posiciones, para tender puentes de diálogo y entendimiento recíprocos a medio milenio de distancia, para acabar con los más diversos prejuicios y para reflexionar sobre el pasado, el presente y el futuro. El resultado es un libro imprescindible y fundamental para adentrarse en unos hechos históricos muy superficialmente conocidos por muchos y frecuentemente mal explicados.