Los frutos primeros
Ganador X Premio Odisea de Literatura
Fernando llega a un pueblo perdido de Canarias intentando dejar atrás una vida con la que no se siente nada satisfecho. Deja plantada a su novia y se toma unas vacaciones en su trabajo para aclarar las ideas y escribir una novela, una idea que ha ido postergando poco a poco con el tiempo. Para ello ha alquilado una casa en el campo, en donde espera poder alejarse de todo lo que le agobia. En el pueblo conocerá a Andrés, el hijo de sus caseros, un chico solitario y bastante asalvajado, carente de prejuicios e ideas preconcebidas sobre el sexo, con el que terminará descubriendo que le gustan los chicos. Fernando y Andrés mantienen en secreto su relación, Andrés se enamora más y más de Fernando hasta que éste finalmente se asusta de sus propios sentimientos y termina volviendo a su ciudad, dejando al chico destrozado.
A partir de aquí comienzan dos historias paralelas: Fernando de vuelta con su novia en Suiza y Andrés con sus padres en Canarias. Fernando intentará olvidar la historia con todas sus fuerzas, pero poco a poco se irá dando cuenta que su vida con su novia no le llena en absoluto y que necesita volver a ver a Andrés. Los padres de Andrés, por su parte, asustados por la depresión que ha cogido el muchacho, terminan escribiendo a Fernando para que vuelva a por él. Fernando les escribe una carta diciendo que pronto volverá a buscarlo, que Andrés puede irse a vivir con él y tener perspectivas de futuro en la ciudad a las que no puede aspirar en su pueblo. Los padres finalmente acceden. Antes de marcharse, Andrés dará un regalo a su padre que difícilmente podrá olvidar.
La novela es muy sobria y está enfocada a un público muy amplio, especialmente gente un poco más entrada en la madurez, aunque es muy lúdica también y puede interesar a un público más joven, aunque en todo caso está dirigida a un público masculino.