Maestro de escritores de literatura de viajes y género memorialístico, De Amicis nos narra en la primera parte de la obra, Recuerdos de Londres, sus impresiones de viaje al Londres de finales de siglo XIX. Con una prosa amena y un estilo depurado, detalla con todo lujo de detalles sus impresiones sobre la capital del Imperio británico. En la segunda parte, Recuerdos de París, De Amicis logra captar la esencia de la vida cultural y artística parisina de la III República francesa. La actividad de la ciudad viene vertebrada por la celebración de la Exposición Universal de París de 1878, que tuvo lugar del 20 de mayo al 10 de noviembre. Esta muestra tuvo como tema la Agricultura, las Artes y la Industria. Sus descripciones de los múltiples y espectaculares pabellones de las distintas representaciones internacionales desgranan un fino dominio de la diplomacia, a la par que despliegan un peculiar gusto por el detalle y la precisión. A lo largo de estas páginas, el escritor italiano retrata con soltura los ambientes literarios del bajo París, de la bohemia literaria y musical, con todo un fresco de retratos de artistas, poetas, escritores, cantantes y periodistas. Desde el ambiente de los bajos fondos hasta la vida de la gran cultura.
Vertebran el grueso de la obra sus encuentros con dos de los iconos de referencias más significativos de la literatura francesa de finales del siglo XX: Victor Hugo, representante indiscutible del romanticismo tardío, y Emile Zola, el líder más carismático del naturalismo. A ambos les dedica páginas apasionadas, llenas de admiración, con un fino estudio de sus caracteres y de su obra. Un testimonio, en fin, de primera mano de la vida cultural y literaria de las dos capitales culturales más influyentes a nivel mundial a finales del siglo XIX. Con Victor Hugo es digno de reseñar la intensidad del encuentro del ya maduro escritor italiano y el consagrado genio francés, con sus setenta y seis años, que representa la mayor cumbre de la literatura francesa de mediados de siglo.
Por su parte, el encuentro con Zola viene en el año más significativo de la vida política de Francia, 1898, el año del polémico y desestabilizador Caso Dreyfus, donde Zola tuvo un protagonismo indiscutible con su célebre artículo. La revelación del escándalo en Yo acuso (J'accuse) provocó una sucesión de crisis políticas y sociales inéditas en Francia que en el momento de su apogeo, revelaron las fracturas profundas que subyacían en la Tercera República Francesa. Dividió profunda y duraderamente a los franceses en dos campos opuestos, los dreyfusards (partidarios de Dreyfus) y los antidreyfusards (opositores a Dreyfus). Reveló también la existencia en la sociedad francesa de un núcleo de violento nacionalismo y antisemitismo difundido por una prensa sumamente influyente. El caso se convirtió en símbolo moderno y universal de la iniquidad en nombre de la razón de Estado. De todo esto da cuenta De Amicis en estas sus memorias y recuerdos de viaje.
En definitiva, Recuerdos de Londres y Recuerdos de París son todo un documento histórico y literario.