Cercada por la intolerancia de quienes desean reducir el papel de la mujer a los usos tradicionales, la protagonista de esta novela debe enfrentarse en los ámbitos de su vida familiar, religiosa, profesional y emocional a fuertes criterios de exclusión presentes en algunas sociedades latinoamericanas.
En un escenario de discriminación y de rechazo Nora habrá de aprender que en la obediencia a la norma, en la humillante docilidad se encuentra la más ilegítima de las opciones.
Cuando ha creído haber encontrado en la Fe la respuesta a todas sus inquietudes tropieza con un dogmatismo deshumanizado e hipócrita. Cuando el amor parece reconciliarla con sus más profundas certidumbres
la traición y la impostura deshacen sus ilusiones. Imbuida de una inquietante espiritualidad que le revela la existencia de otros universos, Nora se descubre depositaria de una comunicación extrasensorial que le muestra el sentido último de su existencia.