«Los relatos fibromiálgicos reflejan en buena medida la importancia de la salud para la felicidad, aunque no lo sea todo. También se habla en ellos de la necesidad de comprensión, del sentimiento de extrañeza al descubrirse una diferente, de la dificultad de encontrar y dar nombre a la progresiva falta de bienestar, cuando el dolor se va instalando poco a poco en tu cuerpo hasta que llega el día en que se adueña de él por completo. Ésta es la fibromialgia, casi invisible, silenciosa, posesiva y muy sutil, tanto que todavía hoy es difícil diagnosticarla con acierto.
A pesar de las circunstancias penosas que acarrea la enfermedad, estos relatos, y su autora con ellos, no caen en el lamento. Reflejan con la ironía que la caracteriza a ella situaciones por las que muchas de ustedes habrán pasado. Pilar Castro Villalba es rotunda, divertida, rebelde, extraordinariamente vital. Y lo es pese a la fibromialgia que padece, a la que ha plantado cara y a la que creo que casi ha vencido.»
Extracto del Prólogo de Manuela de Madre
Pilar Castro-Villalba ha sido galardonada con numerosos premios literarios, entre ellos el Premio Internacional Ana María Matutte de Narrativa (1980) por La dolida, el Premio Círculo de Lectores (1987) por ¡Darío, Darío!, y el Premio Internacional de Novela de Mujer (1993) por La niña sabia.