Azorín fue siempre un memorialista muy singular; lo es especialmente en estos dos libros que hoy presentamos. Así, en Valencia, no narra en rigor. Reconstruye, evoca, pero más que evocar presenta. Para ello se vale, como en otros libros suyos, de pequeños capitulillos que a modo de teselas van componiendo el mosaico final. A renglón seguido de Valencia escribía Madrid . ¿Qué es este libro? Ante todo, un memorial literario, el libro del 98. No es del encuentro y descubrimiento de Madrid, adonde llegó en noviembre de 1896 ?aunque en el texto se afirme que fue en el 95-, por un joven literato, aunque de modo incidental lo sea también. Es el prontuario memorialístico de la famosa generación que el propio Azorín definió y delimitó en una serie de artículos publicados en 1913, tomando por cierto la denominación de Ortega. Hoy, este concepto de generación del 98 ha entrado en crisis?