El siglo XVIII conoció una corriente de literatura libertina que no dejó de tener muestras españolas, como atestiguan obras más o menos secretas de Juan Meléndez Valdés, José Iglesias de la Casa, Tomás de Iriarte, Melchor de Jovellanos, Cadalso o Nicolás Fernández de Moratín. Entre ellas destaca la colección de relatos eróticos en verso, con el añadido de algunas poesías galantes, de Félix María de Samaniego (1745-1801) que, aunque escrito en el entorno de 1790, sólo se imprimió en 1921, El jardín de Venus.