Lo peor no fue que Claudia despertara en plena noche por los gritos de su hermano dormido, sino que entendió que esos gritos eran llamadas de auxilio y que sólo las escuchaba ella en casa: comprendió que algo sucedía durante el sueño de su hermano. En efecto, una historia extraordinaria estaba transcurriendo en la cabeza del durmiente... y ella debía acudir hasta allí para ayudarlo. Esta novela cuenta la historia de una niña que ayudó a su hermano a cruzar el umbral de la adolescencia, a descubrir su fortaleza ante sus mayores, a no cerrar los ojos ante lo incomprensible ni lo indeseable y a iniciar el encuentro con su destino como miembro de una comunidad, y eso la hizo más fuerte, más sabia y más feliz.