Que se te rompan las alas no es motivo suficiente para dejar de volar.
A Alan le encantaban el deporte y las piruetas aéreas. Pero un buen día de 2018, la vida decidió ponerle un enorme obstáculo: una mala caída le produjo una lesión medular y las piernas dejaron de responderle.
Ahora es tetrapléjico. Y también un modelo de superación, de no rendirse, de darle a su vida una nueva perspectiva para continuar adelante, experiencias que cuenta en sus redes sociales.
En este libro, Alan nos demuestra que la vida es un alud imparable y que, a pesar de los obstáculos, puede seguir siendo él mismo.