Telma anota en su diario las emociones que le provoca la primera regla: tristeza, miedo, desconcierto… ¡Ha llegado la monstruación! Pero gracias a su familia y a sus amistades se dará cuenta de que es un proceso natural y se sentirá preparada para afrontar nuevos retos personales. Con el precedente de su mejor amiga, Chloé espera con ilusión su “regla número uno”. Al fin y al cabo, la clave está en compartir y empatizar con los demás, adoptar una actitud positiva y no dudar en informarnos y hablar con franqueza.