Con varias obras a sus espaldas, Éric Sadin se revela como uno de los ensayistas europeos más críticos de las formas tecnológicas contemporáneas desde una mirada cuya base es el antiguo humanismo filosófico. Si primero se había abocado al modo en que las nuevas tecnologías fomentaban un asistencialismo personalizado y restrictivo para asir la experiencia (La humanidad aumentada), si luego había trabajado el nexo entre estas supuestas ?tecnologías de la libertad? y los idearios libertarios del siglo XX (La silicolonización del mundo), ahora Sadin encara el concepto de ?inteligencia artificial? a partir de la historia de las ideas y de una fenomenología de los aparatos para evaluar qué cambios radicales se están dando en el modo de construcción de lo real. La hipótesis de este libro clave es que la causa (y no la consecuencia) de la pregnancia del fenómeno de la inteligencia artificial es un cambio de estatuto de las tecnologías digitales: de ser prótesis acumulativas e intelectivas ?porque permiten el almacenamiento, la indexación y el tráfico veloz de información?, han pasado a ser entidades de las que s