Pablo, un niño de 9 años, observa el mundo con mirada asombrada, trata de comprender las pequeñas cosas que rodean su vida cotidiana, pero los recuerdos de la casa de la playa –donde antes vivía– y sus sueños se mezclan con los acontecimientos que transcurren en la nueva ciudad en la que ahora vive: se resiste a aceptar que su padre, incomprensiblemente, se haya marchado, que su hermana sufra una enfermedad y no mejore, y que su madre esté siempre preocupada. Una crónica intimista y poética sobre el mundo cotidiano de un niño que mira, sueña y, aunque no se da cuenta, crece. Un libro que sostendrá la mirada de cualquier adulto que no haya clausurado aún su infancia.