Augusta Ricachón, probablemente la niña más mimada del mundo, se ha aburrido de su hamster unicornio. Ahora quiere un pterosaurio. Por suerte para ella, su padre, el señor Ricachón, no puede negarle nada. Para desgracia de todos los demás, un pterosaurio es un animal difícil de manejar. A menos que seas Superpatata.