El pequeño protagonista de esta historia detesta las verduras. No le gustan ni los guisantes, ni el brócoli ni las judías verdes? Pero eso cambiará la noche en que su papá le ofrezca cambiar la menestra de la cena por otro plato, uno muy pero que muy peculiar. Letizia Iannaccone y Ste Tirasso nos traen un divertido libro, con un final inesperado, pero que además podremos usar para explicar a los pequeños la necesidad de comer verduras. Además, la historia puede entenderse como un alegato en contra de comer animales.