¡Era increíble! En cada árbol, en cada parque, en cada jardín, colgaban billetes de las ramas. ¡Por todas partes! Jamás había visto nada igual. ¡Era maravilloso! Al principio, tener todo lo que deseas sin necesidad de trabajar o ahorrar dinero es como estar en un sueño, pero luego las cosas cambian: nada tiene sentido, porque no hay nada que desear. Quizás trabajar duro y aprender a ahorra para lo que queremos no sea tan mala idea. ¡El dinero no crece en los árboles y lo entiendo!