La llegada de Augustin Meaulnes a Sainte-Agathe rompe la monotonía de la escuela, donde el joven fascina a todos sus compañeros; sobre todo, a François Seurel, un tímido adolescente en quien despierta una profunda admiración. Meaulnes desaparecerá durante unos días sin dejar rastro. A su regreso, solo François conocerá el secreto que desde entonces lo perturba: extraviado en el bosque, Meaulnes acabó en una hacienda en vísperas de una boda que, finalmente, no llegaría a realizarse; allí conoció a la hermana del novio abandonado, Yvonne de Galais, de la que se enamora perdidamente... Desde entonces, Meaulnes se obsesionará con volver a encontrarla. Pero, a pesar de la ayuda de su amigo François, el caprichoso destino dificultará su completa felicidad.