Dientecilla hace un gran descubrimiento: el alma del Bisabuelo era un truco eléctrico. Y lo mejor de todo: el Bisabuelo está vivo, de una manera nada corriente, como ellos, e invita a cenar a toda la familia en un compartimento del sótano. Entretanto, Milhombres pierde al gato Obama durante su fiesta de cumpleaños y acaba atrapado en su propia trampa. En la pared del trastero aparece escrito: «¡Eres burro, hijo mío! / Y tu ayudante es un besugo. / Tantos vampiros por el mundo/ Y vosotros no veis ni uno». Por su parte, Valentín fracasa en varios intentos de entrar al Mundo de Allá, pero, en un golpe de suerte, acaba Allá junto al perro Psi, que también abandona el Mundo de Acá.