Cuando era más pequeño no paraba de preguntar: ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?
Ya cumplí 7 años y no pregunto tanto, pero no te creas, me quedan muchos "porqués" sin un respuesta real.
Ahora leo bastante y cada vez me gusta más. Y tengo amigos y amigas que leen tanto como yo.
Un beso, dos, en la mejilla, en la boca, con la nariz . . . Pero ¿Por qué nos damos besos? Descúbrelo ahora junto a Roberto y aprende también algunas de las formas de saludarse que existen en el mundo.