En este libro se analiza uno de los sectores clave de la economía del mundo europeo medieval, el de la producción y comercialización de tejidos. Se presta especial atención al proceso de aparición y multiplicación de centros manufactureros textiles orientados hacia los mercados de exportación en distintas regiones europeas, llamando la atención sobre la importancia que este fenómeno tuvo para el desarrollo económico de las mismas. Y se pone de manifiesto cómo el auge de la actividad manufacturera textil representó uno de los principales factores dinamizadores de los intercambios comerciales en la Europa medieval, ya que dio lugar a un activo comercio no sólo de productos manufacturados sino también de materias primas, tales como la lana o el algodón, los colorantes y los mordientes. Se analizan los procesos de auge y decadencia de las distintas ramas de producción textil, poniéndolos en relación con algunos de los principales factores que influyeron sobre los mismos, tales como las transformaciones en la estructura de la demanda o la evolución de la coyuntura política, llamando siempre la atención sobre la constante interrelación existente entre los diferentes niveles en que se descompone la realidad histórica. Y del mismo modo que se contribuye a la identificación de las regiones que, gracias a sus industrias textiles, se contaron entre las más dinámicas económicamente de la Europa Occidental, también se da cuenta de aquéllas otras que, habiendo optado por consolidarse como masivas importadoras de paños, encontraron en el largo plazo mayores dificultades para alcanzar un crecimiento económico sostenido.