La presencia de la población inmigrada en España repercute en todos los niveles y afecta a los diferentes territorios originando rasgos específicos y problemáticas concretas. Andalucía, Cataluña y Madrid concentran la mitad de la población inmigrada, mientras en otras comunidades su incidencia reside en su situación geográfica, Islas Canarias e Islas Baleares, o bien por la importancia de sectores económicos concretos como es el caso de Murcia y Valencia.
Esta obra pretende aportar en el nuevo contexto migratorio que se abre en España, más allá de una apreciación global del conjunto español, una perspectiva desde las sensibilidades y actores que analizan, perciben y gestionan esta realidad desde territorios y espacios diversos.
El libro aborda los tres ejes desde los cuales se articuló el curso: la percepción, las identidades y los actores sociales en el territorio; la movilidad económica y las redes sociales, y finalmente los instrumentos de gestión descentralizada y la articulación de políticas a diferente escala.