A lo largo del siglo XIX y XX, rehenes deportados, desterrados, ejércitos en retirada, desertores, población que huye por miedo o por la miseria que provocan las guerras, exiliados políticos forzosos o voluntarios - afrancesados, liberales, carlistas, republicanos, demócratas - y sus familias fueron los protagonistas de un éxodo migratorio que empujó a cerca de un millón de españoles a buscar refugio fuera de su país. Un éxodo consecuencia de la violencia política y la imposibilidad de vivir pacíficamente que, durante una buena parte de la Historia Contemporánea de España, llevó a una persistente lucha que traerá consigo la aniquilación del enemigo o forzar su exilio.