Este libro analiza el fenómeno de la internacionalización de los medios de comunicación, y particularmente de la televisión, desde tres perspectivas, la histórica, la teórica y la global. En su aspecto histórico, la televisión es investigada en su desarrollo propio, pero también como continuación de medios más antiguos. Desde el punto de vista teórico, se ponen de relieve la evolución de las discusiones sobre la función social de la televisión, así como su repercusión en las políticas nacionales e internacionales como vehículo «imperialista» y como transmisora de la cultura occidental al «Tercer Mundo».
Sin embargo, la perspectiva predominante a lo largo de este estudio es la global. Desde ella se muestran los grandes cambios producidos por la globalización, la incidencia de las migraciones a través de los Estados naciones y los efectos de la televisión internacional por satélite que borran los parámetros de audiencias y culturas nacionales.
Entre las dimensiones global y lo local hay que identificar también la regional. En este libro, el concepto de región se refiere no sólo a territorios geográficos, sino también a los virtuales, basados en la lengua. Entre las regiones «geolingüísticas», la hispanohablante es paradigmática en muchos sentidos. Entre otros aspectos, permite observar la penetración del capital global, regional y nacional en el fomento de la industria, y el grado del sentimiento de unión entre países distintos, a modo de una «comunidad imaginaria».
La obra tiene en cuenta tanto las teorías surgidas en los países de habla hispana, como las de autores de lengua inglesa de muy diversa procedencia, que también comparten y han podido estudiar a fondo su propia región «geolingüística».