Una de las más importantes lagunas en nuestro conocimiento de la guerra en la Antigüedad es el estudio de la forma de acampar de los ejércitos griegos en campaña. Frente a los abundantes trabajos históricos y arqueológicos sobre los castra romanos, las normas que regían la organización de los campamentos griegos no habían sido analizadas con el mismo detalle. El origen de esta situación se encuentra en una interpretación parcial y discutible de un texto de Polibio (6.40-42), que por inercia se ha ido heredando y ha definido el juicio de los historiadores de la Antigüedad desde el inicio de esta disciplina en el siglo XVIII y hasta el día de hoy.
Esta obra presenta un nuevo punto de vista. Partiendo de una explicación teórica y a través de numerosos ejemplos sobre el papel que un campamento juega en el desarrollo de una campaña militar y en la vida cotidiana de los soldados, se sostiene que es imposible que los ejércitos griegos (particularmente, atenienses o espartanos) no contaran desde época clásica, e incluso antes, con normas y costumbres detalladas para el gobierno del establecimiento de sus reales en campaña. A partir de ahí, y gracias al análisis exhaustivo de las fuentes griegas, se estudia con un detalle nunca planteado antes la forma en que los ejércitos griegos acampaban en época clásica. Además, las constantes referencias que a lo largo de la obra se hacen a otras tradiciones castrametales (desde Asiria hasta los ejércitos aliados de la Primera Guerra Mundial), permiten insertar el stratópedon griego dentro de la tradición militar occidental.