No está muy tratado en la historiografía de la Segunda Guerra Mundial el tema de la ayuda occidental al régimen de Stalin, quizá porque a ninguna de las dos partes le interesa hacer mucho hincapié en ello, cada una por sus propias razones. La inmensa mayoría de esa ayuda se envió por barco utilizando convoyes navales que debían partir de las costas anglosajonas para alcanzar el territorio soviético.
En las páginas de esta vigésimo quinta entrega de la serie Imágenes de Guerra se narra la historia de uno de esos convoyes, el PQ 17, que supuso una de las mayores derrotas navales (si no la mayor) aliadas en el conflicto por las consecuencias estratégicas que se derivaron de ella.
Más de centenar y medio de marinos y veinticuatro de los treinta y siete buques que componían el convoy quedaron para siempre sepultados en las frías aguas del Atlántico norte, enviados allí por el devastador ataque de los aviones y los submarinos alemanes, que aprovecharon la huida de los principales buques de escolta para ensañarse con los prácticamente indefensos mercantes.
Hay aquí una historia que contiene episodios de una bajeza moral difícilmente creíble y otros de un arrojo y una determinación igualmente difíciles de creer, y todo ello se plasma en este magnífico trabajo, imprescindible en cualquier biblioteca dedicada a la historia militar.