Con Las dos Españas (1932), Fidelino de Figueiredo (1888-1967) culminaba su interés por la historia de nuestro país. Escrito en otoño de 1931, cuando se alumbraban nuevas expectativas, el libro supone el mayor esfuerzo interpretativo de nuestra historia desde el lado portugués tras la Historia de la civilización ibérica de Oliveira Martins (1879). En él propone una personal interpretación de la tradicional dicotomía que dividía secularmente a nuestro país, y culmina su trabajo con una propuesta esperanzada de una tercera España que superara por fin este enfrentamiento, mediante la creación de una nueva ideología que propugnara la convivencia pacífica entre las dos Españas.