Hubo un tiempo en que los antepasados de los españoles practicaban la covada
(el hombre fingía los dolores del parto mientras la parturienta lo atendía); un
tiempo en que los jeques del mineral importaban exclusivas vajillas griegas y
joyas orientales; un tiempo en que la tumba de un rey se adornaba con la
escultura de un hombre masturbándose; un tiempo en que los guerreros españoles
combatían como mercenarios por todo el Mediterráneo...
En pleno proceso de construcción de una Europa unida conviene mirar atrás para
saber cómo fuimos. Al hacerlo nos encontramos con nuestros antepasados iberos,
grandes desconocidos para la mayoría de los españoles.
Con este libro, en el que la información fidedigna es compatible con el humor,
redescubrimos a los iberos y, junto con ellos, a los mercaderes fenicios, los
colonos griegos, los conquistadores cartagineses y los imperialistas romanos.
El mundo ibero va más allá de los restos del Cerro de los Santos y de Porcuna o
de las damas de Elche y Baza. El creciente interés por quienes dieron nombre a
la Península se ha visto reforzado por numerosos hallazgos arqueológicos que
nos permiten saber más del pueblo al que algunos autores creen que debemos
nuestro modo de ser y nuestra imagen internacional.
Una obra ampliamente ilustrada, con información actualizada sobre los
descubrimientos más recientes, que muestra la faceta más viva de la Historia.