Desafiar el poder de Roma era muy arriesgado, y sólo unos pocos de los que se atrevieron a hacerlo consiguieron morir tranquilamente en su cama. Algunos, como Vercingétorix y Yugurta, fueron capturados, exhibidos en triunfo y después, mientras los romanos celebraban su triunfo, asesinados en oscuras mazmorras. Otros, entre los que se encuentran algunos de los mayores rivales de Roma, como Aníbal, Boudicca y Cleopatra, prefirieron suicidarse antes que enfrentarse a la crueldad del imperio.
Este libro examina el auge y caída final de Roma desde el punto de vista de los pueblos que se enfrentaron a ella. Sus líderes se guiaron unas veces por la ambición, otras por el odio, el miedo, el juego político o simplemente la codicia. Unos combatieron para conservar sus antiguos modos de vida, algunos para sobrevivir, y otros por amor a la guerra.
El lector descubrirá en sus páginas la realidad oculta tras las leyendas del gladiador Espartaco, de Sapur el conquistador, de Viriato el guerrillero y de Mitrídates el consumado envenenador. Algunos de estos enemigos de Roma fueron nobles héroes, otros viles asesinos, pero todos ellos protagonizan una historia única y fascinante.