Este libro cuestiona la supuesta "arreligiosidad" del japonés de hoy en una sociedad hipertecnificada e hipercapitalista. A partir de una panorámica de las diversas prácticas religiosas existentes en Japón (sintoísmo, budismo, taoísmo, nuevas religiones, cristianismo y confucionismo), analiza las causas por las que sus habitantes manifiestan una actitud crítica ante ellas. Pese a todo, los principios de la espiritualidad nipona, que hunde sus raíces en la tradición y la particular idiosincrasia, siguen siendo fundamentales en la vida de la mayor parte de la población. Obra ilustrada