En su análisis del bombardeo de la OTAN, Chomsky desafía al Nuevo Humanismo, ¿se guía por intereses de poder o por una preocupación humanitaria? ¿El recurso de la fuerza se ejerce en nombre de principios y valores o nos enfrentamos a algo mucho más vulgar y conocido?
Con un profundo conocimiento de la historia, pone de manifiesto las retóricas afirmaciones de que Estados Unidos y sus aliados luchan por un mundo donde los responsables de la limpieza étnica no tengan donde ocultarse.
Revela un mundo donde las víctimas de violaciones a sus derechos humanos son dignas o indignas. Buca recuperar lo que Orwell llamó una forma siniestra y primordialmente voluntaria de censura literaria, derivada de una buena educación, que inculca el "acuerdo general tácito de que no sería bien visto mencionar ese hecho en particular"