Las mayores crisis alimentarias del siglo XX han sido provocadas por uno (o más) de estos factores: desastres naturales, responsabilidad humana y/o conflictos. A lo largo de las últimas décadas las pandemias globales (sobre todo el sida), las desigualdades del comercio y el calentamiento global han jugado un papel cada vez más protagonista a la hora de provocar hambre y hambrunas. Estos cambios recientes han desembocado en la aparición de un nuevo tipo de crisis alimentarias, caracterizadas por la llegada de una nueva categoría de personas pobres y vulnerables. Sin embargo, existe aún poca documentación sobre el impacto social y económico de este ?hambre nueva?
Numerosos investigadores han enfatizado el acceso al alimento, antes que la disponibilidad de alimento, como el factor determinante del hambre. Pero corremos el riesgo de sobreestimar así la dimensión económica del hambre, excluyendo el análisis social y político a la hora de abordar los factores subyacentes de una crisis alimentaria.
Esta publicación trata de ofrecer una comprensión más amplia de las crisis alimentarias, a través de ejemplos reales que subrayan la importancia de combinar los esfuerzos humanitarios de mitigación del sufrimiento con esfuerzos políticos para un cambio estructural.
El Observatorio del Hambre (Hunger Watch) trabaja por un enfoque holístico, identificando los factores transversales del hambre y combinando la voz de quienes la padecen con el microanálisis, intentando así colmar la brecha entre la visión académica y teórica del problema con los llamamientos a la acción realizados por las propias comunidades.