Este libro de José Luis Romero es la culminación de una larga investigación sobre historia medieval y, en particular, acerca de los orígenes de la mentalidad burguesa. Obra capital en la evolución de la producción del gran historiador argentino -que es asimismo una bisagra que da paso a sus estudios sobre política argentina-, aborda la constitución de la sociedad feudoburguesa que empieza a gestarse imperceptiblemente en el siglo XII y crece de la manera caótica que es propia de los grandes dislocamientos sociales. Mientras duró el proceso expansivo, desde aquella fecha hasta las primeras décadas del siglo XIV, una incontenible e incontrolable movilidad social había sido su principal característica, en virtud de la cual variaron confusa y permanentemente la composición de la nueva sociedad y la relación recíproca entre sus grupos. Con todo, a principios del siglo XIV se advertía ya en muchas regiones un principio de estratificación, muy marcado, sobre todo en algunas ciudades. Pero a partir del comienzo de la contracción económica que por entonces comenzaba a manifestarse, se fueron dislocando las relaciones precariamente establecidas y aparecieron, sobre todo en las sociedades urbanas, nuevas posiciones virtuales que constituían otras tantas posibilidades para quienes querían tentar la aventura del ascenso social. Una fuerte tendencia a la movilidad se advirtió también en las áreas rurales. Se conmovió la posición de la vieja nobleza y se vio aparecer una nueva, en tanto que ascendían y descendían los campesinos según su suerte en el juego de la nueva economía.