Desde 1989 ha remitido la amenaza de la guerra nuclear y, con ella, también el riesgo de la guerra convencional entre Estados a gran escala. Sin embargo, durante los años noventa, millones de personas han muerto en combates en África, Europa del Este, Oriente Medio y Asia, y millones más han pasado a ser refugiados o desplazados. De hecho, han comenzado conflictos endémicos en zonas que parecen eternamente en guerra, conflictos latentes que alcanzan una perversa estabilidad.
En este innovador análisis, Mary Kaldor sostiene que, en el contexto de la globalización, lo que concebimos como guerra ?es decir, una guerra entre Estados en la que el objetivo es infligir la máxima violencia? se está convirtiendo en un anacronismo. En su lugar ha surgido un nuevo tipo de violencia organizada, que la autora denomina nueva guerra, que puede definirse como una mezcla de guerra, crimen organizado y violaciones de los derechos humanos a gran escala. Los intereses son tanto internacionales como locales, tanto públicos como privados. Se lucha por objetivos políticos particulares y se emplean tácticas de terror y desestabilización que, en teoría, están prohibidas según las reglas de la guerra moderna. Estos conflictos enfrentan, más que a los sectarismos entre sí, a éstos con una concepción cosmopolita del mundo, que es la auténtica víctima. Por otra parte, estas nuevas guerras generan y se sostienen gracias a una economía sumergida y criminalizada.