Lo cierto es que desde que Estados Unidos emergiera ante el mundo tras la Segunda Guerra mundial, no solo como potencia militar, sino también económica e incluso moral, no ha hecho sino imbuirse en una espiral descendente al servicio de la propia lógica capitalista. En La decadencia del imperio, Inmanuel Wallerstein, se cuestiona el papel de la intelectualidad crítica estadounidense, se plantea prioridades en el campo de la ética política y hace una reflexión acerca de una necesaria alternativa que pueda encauzar la podredumbre estructural que amenaza al imperio y, por extensión, al mundo.