En abril de 1938, miles de muchachos fueron llamados a filas para participar junto al Ejército Popular de la República en la última y decisiva batalla de la guerra civil española. Eran chavales nacidos en 1920 que, con apenas diecisiete años y escasa preparación militar, marcharon al Ebro, a primera línea de fuego, para combatir a las tropas del general rebelde Francisco Franco. Cataluña había quedado aislada del resto del territorio republicano y Valencia estaba a un paso de caer en manos franquistas. El ejército republicano diseñó una gran ofensiva para frenar el avance enemigo. La Batalla del Ebro fue el último suspiro de la República que, derrotada y abandonada por las democracias europeas, se desmoronó tan sólo cinco meses después.
Más que una crónica histórica, La última batalla, Victoria de Franco en el Ebro es un extenso reportaje periodístico en el que un puñado de antiguos combatientes nos cuentan siete décadas después como lograron salir con vida de aquel infierno. El autor viaja a la zona para recoger también la voz de los civiles, las mujeres, que fueron al mismo tiempo testigos y víctimas de lo que sucedió. A partir del testimonio, lúcido y sobrecogedor, de todos ellos, Kim Amor reconstruye lo que pasó en las tierras del Ebro durante y después de la batalla, y nos recuerda que todavía hoy no se sabe nada de muchos soldados que desaparecieron sin dejar rastro. La última batalla es un documento vivo y ágil, un viaje al pasado a través de los amargos recuerdos de los que dejaron su juventud en las trincheras de Terra Alta.