El descubrimiento en 2012 del bosón de Higgs, en el Gran Colisionador de Hadrones (LHC) del CERN (Ginebra), tiene para la física una relevancia equiparable a la que tuvo el descubrimiento del ADN en biología o la evidencia de la estructura atómica y molecular en química. Desde el punto de vista tecnológico supone un hito comparable a la llegada del hombre a la Luna, pero sus repercusiones científicas son mucho más importantes. Una hipótesis teórica, formulada en 1964 para poder entender el origen de las masas de los constituyentes elementales de la materia, se confirmaba 48 años más tarde como un ingrediente tangible del mundo real: un nuevo campo de fuerzas, enigmático, que encierra valiosos secretos sobre algunas de las cuestiones actualmente más candentes de la física fundamental. En un lenguaje accesible, este libro relata las razones que motivaron la invención de este campo desconocido y el titánico esfuerzo desarrollado para dar caza al justamente famoso bosón de Higgs. También contiene una visión actualizada del mundo microscópico de las partículas elementales y de las fuerzas que gobiernan la materia, y discute algunas de las muchas incógnitas que aún plantea el campo de Higgs.