En forma de minerales son especialmente abundantes en las formaciones rocosas, piedras preciosas, grafito, etc., pero también se pueden encontrar en muchos otros lugares, como en copos de nieve, hielo, granos de sal o incluso en el oro de un anillo. El siglo XX trajo consigo asombrosos descubrimientos científicos que permitieron averiguar la composición y forma de la materia cuando esta se presenta en forma de cristales, marcando así el comienzo de la cristalografía moderna.