«¿Qué libro escribiría un capellán del diablo sobre el trabajo torpe, derrochador, primitivo y horriblemente cruel de la naturaleza?», se preguntaba Darwin en 1856.
Conocer de cerca los procesos naturales y las conductas de seres vivos puede ponernos la piel de gallina o dejarnos maravillados. ¿Dónde ubicar nuestra compasión con aquella vida que se sacrifica en beneficio de otra? ¿Cómo expresar nuestra fascinación ante la perfección del movimiento de una gacela? Richard Dawkins nos invita a mirar con los ojos abiertos y sin hipocresía lo peor y lo más perfecto que la naturaleza produce y nos recuerda que los límites entre aquello que podemos soportar y lo que rechazamos los ponemos nosotros mismos.
Dawkins comenta detalladamente los aspectos más controvertidos de los descubrimientos científicos recientes, como la embriología y la clonación o las manipulaciones genéticas de vegetales comestibles, para mostrar que muchas condenas precipitadas se deben simplemente a la falta de conocimiento y la valentía de aceptar la semejanza de nuevos hechos con fenómenos muy familiares.
Con buenos argumentos, el autor arremete contra los falsos profetas en asuntos de “pureza biológica”, contra las nuevas magias engañosas que explotan supuestas propiedades naturales de materias orgánicas y anorgánicas, o contra la tendencia de generalizar en asuntos de terrorismo.
En todos los textos, Dawkins fascina por su admirable sensibilidad filosófica y ética, un estilo exquisitamente irónico y una capacidad excepcional de explicar con sencillez complejos hechos científicos. No se limita a explicar nuevos hallazgos, sino que conecta de manera sorprendente temas a primera vista dispares en función de cierta enseñanza, como la conducta de las gallinas con la de los jurados populares.
Estos textos, publicados durante los últimos 25 años permiten conocer la gran pasión por la verdad y la categoría humana del autor mundialmente famoso por su libro El gen egoísta.