En el Tour los días nunca se repiten. Se abre el telón de la carrera y comienzan las sorpresas. Como si fuera un puzle, solo hay que ir recogiendo las piezas y colocarlas acertadamente; por ejemplo, en un blog. Ahora solo hay que bautizarlo. Y buscar el nombre no parece que sea tarea difícil. Lo llamaremos El Tourmalet, porque no hay montaña ciclista que reúna más atractivo, más leyenda y hasta más intriga en los relatos de la ronda francesa. El Tourmalet nació en 2014 y sirvió para que pudiera recogerse la intrahistoria del Tour en un blog personal publicado a diario en la edición online de El Periódico. Este libro recoge una selección de los mejores contenidos hasta 2020, el año en que la Grande Boucle, trasladada al mes de septiembre, logró sobrevivir al azote de la pandemia.