Como dice Johan Cruyff, hay muchos entrenadores, pero enseñadores, no tantos. Y es necesario que aquellos que se dedican a formar a deportistas en la base tengan clara cuál es su función: EDUCAR. Pocas cosas hay más reconfortantes que enseñar a los niños y niñas mediante una actividad que les apasiona, como es su deporte preferido. Esto hace que el aprendizaje lo interioricen mucho mejor, aumente su atención o su capacidad de procesar la información que se les transmite. Se sienten a gusto aprendiendo, quieren saber más, quieren mejorar. Y por qué no utilizar esa situación de aprendizaje, como es la práctica de un deporte, para que los niños aprendan valores y normas de socialización que van a poder generalizar a otros ámbitos de su vida y que van a ayudar a formar la personalidad que se está desarrollando y que poco a poco irá mostrándonos qué adultos van a ser.
Con este libro se pretende dar algunas claves para que las federaciones, clubes, técnicos, padres y demás personas ligadas al deporte base reflexionen sobre qué es mejor para los jóvenes deportistas: un entrenamiento orientado a la competición o unas enseñanzas que les preparen para la vida. Toca elegir.