El trabajo es un elemento esencial para comprender la evolución de la historia de la humanidad: su génesis, su desarrollo y su metamorfosis. Asimismo, constituye un valor central, deseado y denostado al mismo tiempo, sin el cual resulta imposible el conocimiento de las características, la naturaleza y la transformación de la realidad actual. Además, el fenómeno laboral parece adquirir la dimensión de piedra angular de lo que son y serán los debates, planteamientos y políticas del nuevo milenio.
El ámbito laboral ha venido originando numerosos estudios, informes e investigaciones de diversa índole, pero en los que han predominado determinados enfoques y tratamientos fundamentalmente de corte cuantitativo, con planteamientos reduccionistas y visiones demasiado deterministas (economicistas y tecnológicas).
La clara naturaleza psicosocial, sociohistórica y cambiante del trabajo conlleva complejas repercusiones e implicaciones para las instituciones, grupos e individuos, que hacen necesario abordar y desarrollar el tema con un nuevo enfoque de aproximación al mundo laboral que vaya más allá de los determinismos y que considere todos sus elementos centralizadores, legitimadores, vinculadores y de identidad.
Desde un punto de vista psicosociológico, integrador y holístico, esta obra analiza los factores y transformaciones más significativos del trabajo (centralidad, ciudadanía, globalización, precariedad, etc.), suscita nuevas preguntas, propuestas y debates y ofrece, a su vez, claves interpretativas que permitan ajustar y comprender uno de los fenómenos más importantes en el transcurrir cotidiano del hombre y de su sociedad. Se trata, en consecuencia, de una contribución significativa y crítica desde la Psicología Social a la reflexión siempre necesaria, compleja y actual del trabajo.