Esta obra es un paseo por el proceso penal y sus aledaños de la mano de un abogado penalista. Un recorrido por los escenarios y con los personajes de ese mundillo judicial, que sirve de hilo conductor para analizar, desde un punto de vista práctico, las vicisitudes y encrucijadas de la singladura procesal.
El libro quiere ser también una suerte de legado para los abogados –sobre todo jóvenes-, en forma de cuaderno de bitácora, donde el autor plasma su experiencia empírica profesional de medio siglo en la trinchera, desde el mayo del 68 al coronavirus del 2020.
Además de a los letrados, estas páginas pueden interesar también a los demás juristas. Y al público en general, pues tratan de los entresijos de la abogacía penal y de cómo se preparan los casos. De la misma manera que en los chefs de cocina apreciamos sus platos y, a la vez, las recetas donde explican cómo los elaboran.