El proceso monitorio aspira a poner al alcance del común de los justiciables una herramienta sencilla y práctica para promover reclamaciones de deudas sin necesidad de recurrir a los servicios de Abogado y Procurador. Sin embargo, la diversidad legislativa, la complejidad que en muchas ocasiones entraña la interpretación de las leyes y la dispersión de criterios judiciales provocan que el justiciable común, lego en la materia, se sienta atrapado en un laberinto interpretativo para el que este libro pretende proporcionar una salida sencilla y directa.
Empresarios, comunidades de propietarios, arrendadores de inmuebles urbanos, trabajadores y, en general, cualquier persona que pretenda reclamar una deuda dineraria acreditada documentalmente puede servirse del proceso monitorio para canalizar su reclamación por sus propios medios, sin tener que servirse del auxilio de profesionales del Derecho. Es, en consecuencia, muy amplio el abanico de personas para el que este libro puede resultar de gran utilidad. Parece indiscutible, sin embargo, que quien pretenda poner en marcha los mecanismos del proceso monitorio sin servirse del auxilio de profesionales del Derecho puede sentirse invadido tanto por la inseguridad que ocasiona el desconocimiento de las leyes como por el temor reverencial que provoca el hecho de dirigirse a un Tribunal de Justicia. Trata este libro, en definitiva, de eliminar esas dudas, y de ayudar a vencer las inseguridades que pueda sentir el justiciable común que decida poner en marcha, con garantías de efectividad, un sencillo proceso para la reclamación de deudas.