Según la teoría de La larga cola, presentada en 2004 por Chris Anderson en un artículo en la revista Wired, antes de la irrupción de Internet los costes de almacenamiento y de distribución eran tan altos que sólo se vendían aquellos productos pensados para ser adquiridos por el mayor número de personas posibles, los llamados productos universales. A las tiendas físicas no les interesaba poner a la venta productos de nicho, pues sus ventas no justifi caban la inversión.
La llegada de Internet y de grandes tiendas online como Amazon lo cambió todo y permitió que los productos de nicho estuvieran siempre disponibles y se vendieran tanto o más que los productos universales. Estos miles de productos de nicho vendían pocas unidades, pero eran tan numerosos que en su conjunto las ventas superaban a las de los productos universales. Era la llamada larga cola.
Anita Elberse, cuyo curso en la Harvard Business School es referencia obligada para todos los directivos de la industria del entretenimiento, ha revisado la teoría de la larga cola y ha empleado métodos estadísticos para llegar a la conclusión de que sus premisas son falsas. A su juicio, y con los números en la mano, las empresas ganan más dinero cuando invierten en pocos productos pero potencialmente del agrado del mayor número de personas posibles. En este libro explica por qué las empresas deben invertir en productos universales llamados a convertirse en superventas y no en productos de nicho dirigidos a un número limitado de clientes potenciales.