¿Como podemos asegurar que las empresas, verdaderos legados de nuestros desvelos económicos y sociales, prosperen a través de los siglos? Muchas empresas no sobreviven a los cambios ni a la competencia. El promedio de vida de una compañía multinacional está entre los 40 y los 50 años. Sin embargo, existen algunas firmas que han resistido el paso de los siglos. ¿Qué lecciones nos pueden aportar? En La empresa viviente, el autor centra su atención en identificar las características críticas de la longevidad de una organización. Establece una nítida distinción entre las "compañías vivientes", cuyo propósito es realizar su potencial y perpetuarse como comunidades en marcha, y las "compañías económicas", que están en el mercado sólo para producir riqueza para un pequeño grupo de individuos. La empresa viviente se dirige no sólo a los ejecutivos de alto nivel y a quienes aspiran a ejercer posiciones de liderazgo, sino también a todos los que tratan de adaptarse a un turbulento ambiente de negocios. Solo sobrevivirán quienes estén empapados de los hábitos de una empresa viviente.