En un entorno competitivo cada vez más globalizado y complejo, las empresas deben tener muy clara su estrategia y la forma de llevarla a cabo si quieren obtener ventajas competitivas sostenibles, que les permitan sobrevivir y adaptarse con éxito a los cambios que experimenten sus respectivos mercados.
La dirección estratégica, como parte de la dirección empresarial, tiene el objetivo primordial de formular esas estrategias y ponerlas en práctica. Pero no basta con saber hacia dónde queremos ir; hay que saber también dónde nos encontramos, a fin de tomar las decisiones que sean necesarias para alcanzar nuestras metas. Ésta es, precisamente, la función del control de gestión y de los sistemas de información.
A lo largo de la obra se ofrece una exposición completa, con un enfoque integrado y práctico, de la dirección estratégica y la función de control como responsabilidades directivas, abordando primero los aspectos más importantes que abarca el diseño de una estrategia y su proceso de formación en las organizaciones para, a continuación, presentar los problemas que trae implícita su formulación en un plan y su posterior implantación. Por último, el control es la función que cierra y completa el proceso, dando origen a la retroalimentación del mismo y a la ejecución de las medidas correctoras que sean precisas para garantizar la consecución de los objetivos formulados, de manera que la estrategia nos dice hacia dónde queremos ir, la planificación nos marca el camino y el control nos aporta información acerca de dónde nos encontramos en cada momento.
Finalmente, se explican también los aspectos más relevantes del cuadro de mando integral o Balanced Scorecard, que surge como una herramienta de gran valor para la dirección de empresas en el corto y en el largo plazo, dado que, al combinar un conjunto coherente de indicadores, tanto financieros como no financieros, todos ellos anclados en los objetivos estratégicos de la compañía, permite adelantar tendencias y realizar una política estratégica proactiva.