En los últimos años el empleo de las tecnologías de la información y de la comunicación en el proceso penal ha demostrado innumerables ventajas de orden práctico, y el sistema de videoconferencia no representa sino una de las muchas posibilidades que tales medios nos ofrecen. Nos encontramos ante un recurso extremadamente útil al servicio de la Justicia, pero que debemos emplear con las cautelas debidas. Demostrada y superada la discusión sobre la admisibilidad o no en nuestro ordenamiento jurídico de dicho instrumento tecnológico, debemos centrarnos en que su implementación sea lo más adecuada al respecto de los derechos fundamentales y garantías que exige el proceso. A todo ello, se trata de dar respuesta en esta obra. Nos hallamos ante una monografía efectuada desde la visión práctica de su autora, en síntesis con un estudio doctrinal y jurisprudencial. En definitiva, una obra de interés para los profesionales del Derecho y operadores jurídicos que anhelan no anclarse en el pasado y acomodarse a los nuevos tiempos.